¿Quien necesita la primavera?

Nunca me ha gustado la primavera.
Soy una chica de tardes invernales heladas acompañadas de café y visitas a mundos mucho mejores que el mío.
Soy una chica de tardes otoñales acompañadas de caminatas por caminos pintados en todos los tonos existentes de amarillo, rojo y naranja.
Soy una chica de tardes veraniegas acompañadas por calor sofocante, risas y secretos.
Pero fue en una noche primaveral que me regalaste una flor. 
"Me hizo pensar en ti" dijiste.
Bajo las estrellas aquella flor parecía contener todas las posibilidades del universo.
Sus pétalos eran amarillos pero a la luz de la vida parecían del color de la felicidad.
Cuando me besaste olías como un millón de flores.
Quizá yo necesitará la primavera, para ser una chica de tardes primaverales acompañadas de chicos que olían a flores.

¿Que haces?

La mayoría tenemos ciertas certezas en la vida.

Amigos.

Familia.

Un trabajo o un lugar en donde vamos a estudiar.

En algún momento, una pareja.

Un techo sobre nuestras cabezas.

En algún punto, es alrededor de esto que gira nuestra vida. Son estas cosas en las que nos apoyamos para levantarnos y seguir adelante.

Entonces, ¿Que se supone que haces si...?

¿Que se supone haces si un día te das cuenta que tus mejores amigos ni siquiera diferencian tus estados de ánimo, que no te comprenden y solo te juzgan?

¿Que se supone que haces si un día te das cuenta de que desperdiciaste la mitad se tu vida estudiando algo que aborreces?

¿Que se supone que haces si un día te das cuenta que el amor es más que un anillo en el dedo y unos votos ta olvidados?

¿Que se supone que haces si un día te das cuenta de que odia el color de las paredes de tu habitación, y los azulejos, y el suelo, y lo jodidamente atrapada que te hace sentir?

Si un día te encuentras sufriendo sola la pérdida de tu padre, porque tus amigos no recordaron la fecha...

Si un día descubres que tu pareja se ha convertido en un desconocido para ti...

Si un día te encuentras sentada en un escritorio, deseando encontrar una ventana para liberar a los pájaros de tu mente de la cárcel en la que se convirtio tu trabajo o tus estudios...

Si un día años un hogar, muchos hogares, que ya no son tuyos; que ya son de otras personas; que ya han olvidado tu paso por ellos...

¿Que haces?

¿Quienes somos?

Un día todos nos hacemos la misma pregunta.

¿Quienes somos?

Parece una pregunta tan sencilla a simple vista. ¿Como podría alguien no saber quien era?

Pero resulta que nunca tenemos una respuesta verdadera para ello, y llega el momento en que comenzamos a intentar llenar esa incertidumbre, presionados por el entorno, quien parece querer saber quiénes somos más que nosotros mismos.

Somos hijos de, hermanos de, amigos de.

Somos los recuerdos que compartimos con nuestros seres queridos.

Somos las sonrisas que generamos.

Somos las palabras que decimos.

Somos las historias que escribimos.

Somos los libros que leemos.

Somos los besos que hemos dado.

Somos las tazas de café que bebemos.

Somos las decisiones que tomamos.

Somos los sueños que tenemos.

Somos las lágrimas que generamos.

Somos las palabras que callamos.

Somos las historias que nunca escribimos.

Somos los libros que nunca leímos. 

Somos los besos que murieron en nuestros labios.

Somos las tazas de café que dejamos a la mitad. 

Somos los sueños rotos.

Somos las decisiones que nunca tenemos el valor para tomar.

Soy la hija del muerto, la hermana del simpático, la amiga de la loca.

Soy aquella vez que reí hasta que me salio la bebida por la nariz, y también soy aquella vez que llore hasta dormirme.

Soy las palabras que reconfortaron a otros, como también soy las palabras  que tuve que callar para no herirlo.

Soy las historias que termine y soy aquellas que deje en el limbo, sin final, sin futuro.

Soy los libros de mi biblioteca que he leido decenas de veces, y soy los libros que nunca me atreví a leer.

Soy los besos que nunca me atreví a dar, por mucho que me gustará aquel chico, por miedo al rechazo.

Soy el café que no tomo, porque no me gusta.

Soy las decisiones que me aterra tanto tomar como no hacerlo.

Soy los miles de sueños que me dan vida.

Pero, ¿Dónde, entre tanto ser, queda lugar para nosotros?